Cuando se trata de mantener el agua de la piscina cristalina y libre de impurezas, el tipo de medio filtrante utilizado en el filtro es fundamental. Tradicionalmente, la arena ha sido el material más común, pero recientemente el vidrio filtrante ha ido ganando más protagonismo entre los profesionales del sector. Pero, ¿por qué debemos optar por el vidrio en lugar de la arena? Exploremos los beneficios que nos aportará este cambio.
1. mejor capacidad de filtración
El vidrio filtrante es más eficiente que la arena a la hora de eliminar pequeñas partículas del agua, lo que se traduce en un agua más limpia y clara.
2. Menos formación de biopelículas
Uno de los principales problemas de los filtros de arena es la formación de biofilm, una capa de microorganismos que se desarrolla en la superficie de la arena. El vidrio, en cambio, es menos propenso a la formación de biopelículas porque tiene una superficie más lisa y no porosa. Esto reduce la necesidad de tratamientos químicos para eliminar estos microorganismos y, en consecuencia, el uso de cloro y otros productos desinfectantes.
3. Ahorro de agua y energía
El vidrio filtrante requiere menos contralavado en comparación con la arena. El contralavado es el proceso de limpieza del filtro, que suele consumir una cantidad significativa de agua. Con el vidrio, la necesidad de retrolavado se reduce hasta en un 50%. Esto ahorra agua y reduce los costes de funcionamiento. Además, con menos obstrucciones y un flujo más eficiente, el sistema de filtrado consume menos energía.
4. Mayor durabilidad
Con el tiempo, la arena tiende a degradarse y compactarse, reduciendo así la eficacia del filtrado. No ocurre lo mismo con el vidrio, que conserva su forma y eficacia con el paso de los años. De hecho, el vidrio filtrante puede durar hasta 3 veces más que la arena, lo que significa menos cambios y menos mantenimiento.
5. Sostenibilidad
El vidrio filtrante suele fabricarse a partir de vidrio reciclado, lo que lo convierte en una opción más sostenible que la arena. Además de contribuir al reciclaje y a la reducción de residuos, el vidrio ayuda a minimizar el impacto medioambiental de las piscinas. También existe vidrio reactivado que se realiza mediante un proceso de fabricación que contribuye a una mejor filtración, comúnmente denominado AFM, que permite una mayor eficacia en la retención de partículas.
6. Ahorro de costes a largo plazo
Aunque el vidrio filtrante puede resultar inicialmente más caro que la arena, el ahorro generado con el tiempo -ya sea por la reducción del consumo de agua y energía o por la menor necesidad de sustitución y mantenimiento- hace que esta opción resulte más económica a largo plazo.
Es importante tener en cuenta que el vidrio ocupa un 15% más de volumen que la arena, por lo que se necesita un 15% menos de vidrio que de arena, lo que supone un ahorro adicional para el sistema.
Sustituir la arena por vidrio en los filtros de piscina ofrece una filtración más eficaz, así como menos mantenimiento y ahorro de recursos. Además de mejorar la calidad del agua, el vidrio es una opción más duradera y sostenible. Si busca una solución superior para su piscina, el vidrio filtrante es el camino a seguir.